Mayo 26 de 2020 | @BMComovamos
(Foto: tomada por la Alcaldía de Bucaramanga).
Comentarios por: Alexandra Cortés Aguilar
Docente Escuela de Economía UIS Líder del grupo EMAR - UIS
Las metas de resultado consignadas en los Planes de Desarrollo municipales reflejan los compromisos de los gobiernos locales con la mejora del bienestar de los ciudadanos, tanto
que ahora se proponen como metas de bienestar. Por eso, es necesario que como ciudadanos velemos porque en los planes de desarrollo aparezcan objetivos concretos y medibles que evidencien cambios positivos en nuestro bienestar. Múltiples organismos internacionales e investigaciones evidencian la importancia de la educación de calidad para el progreso económico y social de los territorios, por ello, resulta imperativo revisar las metas de bienestar que tienen que ver con educación en los planes de desarrollo que han propuesto los gobiernos locales del AMB.
En cuanto a cobertura neta, es decir, que los niños y jóvenes en edad escolar efectivamente estén asistiendo a la escuela en los niveles que les corresponde, aún tenemos mucho por mejorar, pues, con excepción de primaria, en todos los demás niveles aún se requieren esfuerzos importantes. Por ello, sorprende que Girón y Piedecuesta no establezcan metas específicas en términos de estas coberturas, siendo los dos municipios que mayores retos tienen, por ejemplo, en educación media, donde ni la mitad de los jóvenes entre 15 y 16 años logran acceder oportunamente. En la misma línea, resulta preocupante que, mientras el Gobierno Nacional establece como meta que más del 24% de los niños y niñas se encuentren matriculados en jornada única, ninguno de los municipios reconozca la importancia de este tiempo escolar para fortalecer competencias básicas y socioemocionales y no incluyan en sus planes de desarrollo metas de resultado al respecto.
A los vacíos en temas de cobertura se suma la ausencia de metas de resultado en cuanto a calidad educativa. Para hacer este monitoreo del nivel de desarrollo de competencias básicas de los estudiantes, en Colombia se usan los resultados de las pruebas Saber. Con excepción del plan de desarrollo de Floridablanca, donde se proponen aumentar el puntaje promedio en matemáticas y lectura crítica, los otros cuatro municipios del AMB no establecen estas metas de resultado, siendo Girón el que más ignora este tema y el que peores resultados ha mostrado en términos de calidad. Los planes de Bucaramanga y Piedecuesta establecen metas en términos del porcentaje de colegios clasificados en A y A+ en las pruebas Saber 11, indicador que no toma en cuenta el tamaño de las instituciones y no permite el análisis desagregado.
Garantizar que todos los estudiantes, o por lo menos una gran proporción, logren desarrollar competencias básicas debería ser un compromiso siempre presente en los planes de desarrollo. Por eso es tan importante que los resultados de las pruebas Saber se analicen de forma desagregada, buscando identificar qué inconvenientes puede tener un grupo poblacional en particular. Al comparar por sexo, por ejemplo, la proporción de estudiantes que en la prueba Saber 11 obtienen un puntaje igual o superior a 310, se observa en los colegios públicos de los cuatro municipios que existen brechas de desempeño desfavorables a las mujeres. Si reconocemos que obtener altos puntajes permitirá a los estudiantes acceder a educación superior, así como la financiación de organizaciones públicas o privadas para culminar exitosamente su formación profesional, es urgente que reconozcamos la relación entre calidad y equidad educativa en los planes de desarrollo.