11 de abril de 2019 | @BMComovamos
ADN Bucaramanga
Menos del 30% de los bumangueses considera que sus conciudadanos se comportan bien frente al respeto por las personas de diversa orientación sexual. Para la muestra un botón: en la sesión N° 44 del Concejo de Bucaramanga, la concejala Sonia Navas, en repetidas ocasiones mencionó la “enfermedad LGTBI”: que los programas no estaban funcionando y que Bucaramanga era una de las ciudades donde más se padecía esta enfermedad, que no se estaba capacitando a los padres de familia sobre el problema del homosexualismo, que se quiere esconder que el niño es homosexual, o éste se esconde de sus padres y no sale del closet. Minutos más tarde aclaró que no se estaba refiriendo a la enfermedad LGTBI sino a la enfermedad del VIH y que Bucaramanga era la ciudad con más población con VIH. Esto último lo dijo sin dar estadísticas de soporte para semejante afirmación.
Por si acaso, LGTBI es la abreviatura que agrupa a personas que no se identifican como heterosexuales. No se trata de una enfermedad, sino de un grupo poblacional. Por otra parte, VIH significa Virus de Inmunodeficiencia Humana. Confundir a un grupo poblacional con un virus, no solo es ofensivo, sino también refleja los prejuicios de no pocos sectores de nuestra sociedad que no reconocen la diversidad sexual como el derecho a ejercer una orientación o identidad libre de discriminaciones y abusos.