Enero 18 de 2018
Aunque estemos en el año 2018, no todas las personas saben que los homo sapiens llevamos aproximadamente 200.000 años habitando este planeta. Visto en perspectiva, en el 95% de ese tiempo nuestra actividad principal fue caminar o correr: mirando el paisaje, buscando comida, compartiendo con la manada, huyendo de los depredadores, buscando soluciones conjuntas a problemas como tener sed, hambre, frío y miedo.
Actualmente, ese caminar o correr que durante más de 190.000 años fueron actividades tan cotidianas, hoy resultan extrañas o ajenas. En el año 2010, cuando se preguntó a los habitantes del Área Metropolitana de Bucaramanga cuál era su principal modo de desplazamiento, el 16% dijo que a pie. En el año 2016 este porcentaje bajó a 6%. Las implicaciones de esta mayor propensión a no desplazarse a pie, ha traído efectos sobre nuestra calidad de vida, porque en una ciudad tan pequeña como Bucaramanga, que se puede cruzar desde la UIS hasta la Puerta del Sol en menos de 45 minutos a pie, se demandan tantos automotores cuya contaminación produce mayores incidencias negativas en la salud por enfermedades como obesidad, diabetes, hipertensión, triglicéridos, colesterol, mal genio y desapego por la ciudad.
Si pensáramos una ciudad donde pudiéramos salir a la calle a caminar, actividad que nos relaja, nos serena, nos libera del estrés, los beneficios mentales, físicos, sociales y políticos resultarían prodigiosos.
Publicado en ADN Bucaramanga