25 de julio de 2019 | @BMComovamos
(Foto: tomada de Vanguardia)
Por Yany León Castañeda
En Colombia, a partir de Ley 131 de 1994 existe el voto programático en las elecciones para alcaldías. La pregunta fundamental que pasa desapercibida no es por quién votar, sino cuál programa de gobierno elegir. Estos documentos hacen parte integral de la inscripción y en caso de salir ganador sus propuestas son de obligatorio cumplimiento. Ni el concejo, puede echar para atrás propuestas del programa de gobierno ganador: la Ley 152 de 1994 lo obliga a incluirlas todas en el Plan Municipal de Desarrollo y a asignarle presupuesto.
Pero, el grueso de los medios de comunicación y de la ciudadanía no los leen y, dicho sea de paso, algunos programas de gobierno son de tan baja calidad que cabría la pregunta si de verdad, ¿vale la pena promover su lectura? Propuestas como: mejorar la calidad de la educación, apoyar a la población con discapacidad o fortalecer los programas de promoción de la salud ¿Acaso no son esas las tareas del Estado que debe cumplir independientemente del programa de gobierno?
También está la enumeración de una serie de actividades que no van más allá de las funciones que tienen algunas secretarías, independientemente de quien asuma el cargo. Ojalá esto cambie en estas elecciones y encontremos programas con una fuerte apuesta hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, comprometidos con indicadores, metas y acciones coherentes.
Publicado en ADN Bucaramanga